Ventanas abiertas a la imaginación

21 mayo 2010

imagino en la ventana verde

 Después de la larga noche insomne acompañado únicamente por el sonido del transistor, se revuelve en la cama cuando aprecia el primer rayo de luz del amanecer a través de su ventana verde. Le viene como un flash a su vieja cabeza que tiene que regar esas macetas que le dejó al cuidado su esposa, hace ahora ya cuatro años y dos meses.

imagino en la borda

Me alegro de que la tormenta haya sido la culpable de habernos encontrado aquí en esta borda tan antigua del Pirineo. Mira esto! ¿Por qué habrá este reloj aquí guardado? ¿Y esto? Igual era un nido de amor. Mira, mira.....

imagino en la casa palaciega

Este suelo cruje mucho, la madera está seca, no brilla. Pónte de rodillas y dale otra pasada con el cepillo, luego le das la cera, y frotas bien... que la última vez se notó que no lo hiciste con énfasis. Hasta que acabes no te puedes ir.

 imagino en el cuarto de socorro

 No te apures, es superficial. Lo que pasa es que la sangre es muy aparatosa. Sujétale la cabeza un poco, que le envuelvo con esta toalla que he cogido de improviso. Ojalá venga pronto el médico. Enfermeraaaaaaa.....!!!

 imagino en la caseta

 Bah! bobadas, a mí me lo vas a decir... aquí cogemos, como el año pasado, por lo menos dos docenas de pichones, no ves que ahí se ven ya los nidos hechos.

 imagino en la fábrica

 Pero, bájalo ya, tío. ¿qué haces? esto no es cosa de niños. Mueve la polea, ya! Es que,... ¿lo voy a tener que hacer yo? Eres un inútil, no sirves para nada. ¿No ves que están abajo esperando? Fidel, ¿me oyes? Como cojas a otro como éste, me voy a mi casa, te lo juro, no vuelvo. Estoy harto de recomendados.

 imagino en el ático

Queridos padres. Aquí tengo una vista excepcional, me ayuda a relajarme y concentrarme en esta pesadilla de escritura en la que estoy sumergido ahora. No sé donde está esa duda que me corroe. Tengo el hilo conductor, pero... como dominar las pesadillas, los personajes se me aparecen. Las hojas ante mi cada vez se hacen más grandes para rellenar. Mamá, dame confianza, me queda poco, pero lo más importante. Dile a papá que se sentirá muy orgulloso cuando esto acabe.

 imagina tú en la casa de madera